Hoy te traigo el primer tutorial del blog, en el que te cuento cómo puedes teñir fibras en casa utilizando cosas cotidianas. Hay muchas plantas que puedes usar para hacer tintes naturales, pero yo te voy a enseñar a aprovechar elementos que desechamos en la cocina y que pueden servirte para darle color a tus prendas. ¿Sientes curiosidad? Sigue leyendo y te lo cuento.
Los tintes naturales son una opción sostenible y sencilla para darle color a fibras naturales. El proceso es totalmente manual y respetuoso con el medio, y es una gozada ver cómo las telas van absorbiendo el color del tinte. Es un proceso lento pero muy gratificante.
Para teñir, se pueden utilizar diferentes partes de plantas, como las hojas, las flores, y las raíces, y de sus frutos podemos usar tanto la cáscara como las semillas. Mención aparte merece el índigo, que aunque procede de plantas llamadas “indigosferas”, su proceso es mucho más laborioso. También hay algunos tintes de origen animal, como la “grana cochinilla”, un insecto que da tonalidades rosas muy vivas.
En cuanto a las fibras, debes tener en cuenta que solo podemos teñir de esta manera fibras naturales, nada de poliéster ni ninguna fibra sintética. Las de base celulósica son el lino y algodón, pero también podemos teñir fibras de base proteínica como la seda o la lana.
Qué necesitas para teñir en casa
Los utensilios que necesitarás para preparar tus tintes naturales son una olla más o menos grande (el tamaño depende de la cantidad de tela que vayas a teñir de una vez) y que solo utilices para esto, y una cuchara de madera. También puedes necesitar un peso si quieres calcular las proporciones de pigmento, más adelante te hablo de eso.
En cuanto a los elementos que nos van a servir de pigmento, como te decía vamos a utilizar desechos de algunos vegetales, como la piel de la cebolla, tanto dorada como morada, que da tonos amarillos y anaranjados; la cáscara y el hueso del aguacate, que dan tonos rosados, o la cáscara de la granada, que da un tono amarillo verdoso. En mi caso, voy a utilizar piel de cebolla, pero te invito a que experimentes con los demás.
Por supuesto, también necesitarás la tela que quieras teñir, y otra tela de trama abierta o una gasa en la que introduciremos el pigmento para extraer el color sin que manche la tela.
Ahora que sabemos lo que necesitamos, vamos a ver los pasos a seguir.
Elaboración de tintes naturales
PASO 1 – Lavar a mano la tela que quieras teñir en agua caliente y con un jabón neutro (aunque también puedes lavarla en la lavadora si quieres).
PASO 2 – Mordentar la tela. Este paso es opcional y de hecho yo no lo he seguido en este tutorial. El mordentado consiste en utilizar una sal de alumbre potásico para “morder” la tela y que absorba mejor el color. Quedan colores más vivos y duraderos, pero también se puede teñir sin él. El alumbre potásico es totalmente inocuo, simplemente tienes que disolver un 10% del peso de la tela a teñir en seco, en agua caliente, y dejar que hierva con la tela durante una hora. Después puedes dejarlo ahí toda la noche, pero deberás teñir esa tela sin secarla ni enjuagarla, directamente de la olla del mordentado a la de teñido. Puedes comprar el alumbre potásico, y muchos otros elementos para teñir aquí.
PASO 3 – Preparar la materia tintórea. En mi caso, he puesto un puñado de piel de cebolla cortada en la gasa y la he cerrado formando una especie de bolsa de té. De esta manera soltará el color sin entrar en contacto con la tela a teñir, haciendo así la extracción del color y el teñido en el mismo baño, ahorrando tiempo y recursos. Si vas a usar la cáscara de aguacate o la de granada, córtala en trozos pequeños, y lo mismo con el hueso del aguacate (es mejor usarlo fresco, así que límpialo y congélalo hasta que lo uses para teñir).
No hay una cantidad de pigmento concreta que debas añadir, puedes ir probando según el peso de la tela en seco. Si por ejemplo, la tela pesa 20 gr y añades 20 gr de pigmento (100% del peso) el color será más intenso que si añades solo 5 gr (25% del peso).
PASO 4 – Pon agua a hervir en la olla e introduce la bolsa de té con el pigmento. Deja que suelte color durante un rato y después introduce la tela. Esta debe tener espacio suficiente para moverse, si está apretada no cogerá el color por igual. Ve observándola hasta que tenga el color que quieres.
PASO 5 – Extrae la tela y enjuágala hasta que el agua salga clara. Déjala secar y ya tendrás tu tela teñida a mano.
Resultados y más ideas
Aquí te enseño los resultados que yo he obtenido en este baño. Lo que hice fue introducir varios trozos de tela de algodón y dejarlos en el baño más o menos tiempo. Como ves, cuánto más tiempo sumergida más oscuro es el color que se obtiene. Así que puedes jugar tanto con la cantidad de pigmento como con el tiempo del baño y ver qué colores obtienes. Lo que te recomiendo, es que lleves un registro de tus pruebas, para que así puedas volver a reproducir ese color que te ha gustado.
Cuando empecé a experimentar con los tintes para crear la paleta de colores de la colección “Raíces”, me hice un cuaderno donde iba apuntando todas las pruebas y añadiendo las muestras de tela que obtenía. Aquí puedes ver cómo se pueden obtener colores mucho más intensos con la cáscara de cebolla, añadiendo más pigmento y mordentando la tela previamente.
Si te interesa el tema, te invito a que experimentes y que llenes tu cocina de colores naturales 🙂
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